Segunda Recomendación:
Don Quijote, el libro más vendido luego de la Biblia, debe su éxito internacional a su poder para curar la melancolía. Ésta es la audaz tesis que sostiene y argumenta Françoise Davoine a lo largo de este volumen. La autora afirma que la locura de don Quijote explora las reviviscencias traumáticas de Cervantes y le permite dar una inscripción a la epopeya de sus guerras y su esclavitud en Argel. Frente a la dificultad de contar sus tribulaciones innombrables, las sucesivas crisis del caballero andante son un modo de hacer revivir las guerras en las cuales participó el escritor y de completar su proceso catártico, al poner en escena las pruebas que él mismo atravesó en su vida y la manera en que se resolvieron. Las crisis de locura muestran lo que no puede decirse en el silencio de las familias en torno de grandes traumas y Cervantes nos muestra con genio la forma de salir de ellos. Don Quijote es un defensor de la palabra, tiene la pasión del decir, y debido a esto se despliega entre él y Sancho Panza –su segundo en el combate, a quien es vital hablarle– un auténtico psicoanálisis de los traumas.
Don Quijote, para combatir la melancolía recorre los diferentes episodios de la novela de Cervantes abriendo gradualmente los campos de las batallas. El lector acompaña a don Quijote en la tormenta hasta encontrar reunidas en torno a él a más de treinta personas que, gracias a su trabajo de analista, logran restablecer lazos y reinventar un mundo confiable.